José María Ibarra, Naucalpan, México 2015

cartel15

Nocrónica de una vez de 100MilPoetas porelCambio (Septiembre 26, 2015)

   // LECTURAVENIDABIERTA//

12:56

Comienza, llegar a la orilla calle de la glorieta, Morelos con su impaciente mano ofrece el podio para que hagan voz letras de tinta.

Lo primero es: ¿quién responderá a la invitación?, y para sorpresa una respuesta extraviada muestra a un bonche de policías estatales, ¿acaso han tenido una epifanía y han decidido probar la poesía? , ya saben, como los alcohólicos en sus cinco minutos de conciencia… Al pronto arribar a una banca frente a Morelos e inspeccionar con cautela el proceder de los oficiales veo que solo andan en caza de distribuidores de droga y un pinche chiva parece les canta a donde la movida; se van.

Hago la sombrilla al pensamiento de a como leer, saliendo los libros un señor sin dientes se acerca.

Pongo la sombrilla mientras el señor ve que hay libros y a una voz que no le pone consonantes dentales me pregunta por mí hacer, oriundo de donde también y que él trabaja por donde yo vivo. Un par de policías vuelven y yo platicando con el señor de que voy a leer, sentados los dos, yo viendo libros lo escucho él me sigue contando quien y muestra credenciales habla y se va, merodeo su andar en tanto saco la foto.

1¡A darle! Inspecciono a quien leerle y otro señor toma asiento en la parte libre de libros en la banca, igual me pregunta que pasa, le digo que leeré poemas porque hoy es un día internacional de poesía y que alrededor del mundo otra banda organiza eventos de compartimento poético, y que si gusta ahí hay unos libros para que lea. A su interés responde tomando y viendo las hojas, lee y le digo ya vuelvo iré a leer. Sin más, me acerco a una pareja quieta en su pausa de sábado, me presento, ofrezco poesía, miran me dicen no gracias ya sin mirar; bueno, sigo.  Ahora dos jóvenes que esperan a sus novios, y de nuevo presento que tal soy JosémaRía y soy poeta y me acerco para ofrecerles poesía, les interesa, traigo poemas del mundo porque hoy se celebra 100mil poetas por el cambio. Ellas acceden, doy les a escoger, el poema brota, acaba, siguen las gracias y una pequeña despedida. Ya va.

Doy unas vueltas a Morelos, ofrezco poesía, y  cada tanta de tantas una mueca desconfiada y no gracias recibo como respuesta. No pasa mucho. Ofrezco. Leo no leo, vuelvo a la banca. El señor sigue viendo libros, platicamos de las reacciones, le leo, me cuenta que acaba de salir de turno y que debería probar en el Parque Revolución, se levanta y despide.
Nunca dijimos nuestros nombres, sólo oficios, él policía , yo poeta sorprendido. En ese canto nos entendimos por el momento de la poesía.
Entonces un par de rondines más, levanté la sombrilla, guardé los libros y pegué una hoja avisando: Nos mudamos al parque: Revolución.

Recuento de los ecos y entes a quien de letra:

Chavas de tiempo esperan, su plática parpadeante recibe a David Loret de Mola

Señora y sus hijas, en lo que su esposo encuentra donde estacionarse, hacen oreja su oreja a
Sor Juana Inés de la Cruz

Policía en turno de ser libre mientras Gonzalo Rojas es de quien me escucha

Señora ante el puesto de agua de coco sedienta su orden con Pablo Neruda

Aquel señor sin dientes tomaba un agua a lado de cocos y luego del poema evocó a dios, cual comentario de una charla vieja que no te acaba de dejar.

2Ya de Parque Revolución fue caminata e invitación, más personas se abren al interés de sus oídos, menos caras de susto al juego de conocer desconocidos. Crónicas preguntas de y cuánto cuesta,  por qué lo haces, a ver léeme un poema… salen de la mochila los libros, preguntas improvisan la voz a deletrear, el parque voltea, al poema le sobran oídos. Hay más tiempo. Las miradas murmuran y en descuido su curiosidad me llama.

Una vuelta al parque, sombrilla al hombro, jugar a desconocernos oyendo lo que alguien escribió de lo que conoce. Un día de poemas a lenguas en el mundo, como ayer y mañana, en que la poesía es como el pan, de todos.

Esperantes oídos activos y letras de voz:

Abstraídos, un señor por el día y sus dos hijos por el reflejo mudo del mundo se juegan un poema de Gonzalo Rojas

Pareja a escaleras de bustos se miran sin alud, ir con el amor aguardan, antes tarde un lapso para Renato Morelli

Señorita salida del laburo,  ausente prisa y con la mirada en una llamada tarde sonríe  por Mitko Gogov

Dos mujeres y una niña con pizza echan a volar su hambre y aterrizan en Pablo Neruda

Dos teatreras en su almuerzo post ensayo hacen digestión, a su reposo acompaña y zumba Elizandra Souza

Un señor de risa rechaza la invitación, pero amablemente le invita un poema a la joven que  comparte un lado de la banca, ella curiosa me acepta el poema y agradece al señor de ese sábado que invita a Roque Dalton.

14:27

Organizó: José María Ibarra

Contacto: calabazoaplastado@gmail.com

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