¨POETIZAR LA VIDA Y SOCIALIZAR LA POESÍA¨
Colectivo/Collective: Adict@s a la poesía www.adictosalapoesia.org
Organizer: Mirna V. Viveros e-mail: adictosalapoesia1@gmail.co
Facebook: Adict@s a la Poesía Twitter: @poetasadictos
TENDEDERO POÉTICO
En los lavaderos de Xallitic, Xalapa, Veracruz. México.
El día 29 de septiembre de 2012, se llevó a cabo el segundo evento anual global de 100 Mil Poetas por el Cambio, una organización que convoca a poetas, artistas y músicos, para exigir cambios en el medio ambiente, así como sociales y políticos, en el marco de la paz y la sustentabilidad.
Adict@s a la Poesía se sumó a esta convocatoria, organizando en los Lavaderos del barrio Xallitic un “Tendedero Poético”, que se llevó a cabo el sábado 29 a partir de las 11:00 horas.
Escogimos este emblemático barrio xalapeño —fundado en las orillas de un manantial por grupos indígenas totonacas— que se encuentra ubicado entre las calles Lucio y Madero, en el centro histórico de Xalapa, para desarrollar nuestro evento poético que consistió en invitar a todas las personas que quisieran escribir un verso por el cambio, el cual se colgó en el “Tendedero Poético”. También se les invitó a que leyeran poesía de algunos libros que llevamos o a que compartieran sus propios escritos.
Así fue transcurriendo el tiempo (de once de la mañana a las cuatro de la tarde) dentro del cual se leyeron poemas y escribieron versos de: Ramón López Velarde, Octavio Paz, José Emilio Pacheco, Silvio Rodríguez, Dylan Thomas, Mirna Romero, Angélica González, María Nogueira, Gabo Rústico, Elizabeth N, Santiago X. Angélica González, María Rosa Muñoz, Yamir Castilla Castañeda, Manuel Martinez, Mirna Valdés V.
Al evento asistieron Gabo Rústico, Elizabeth N, Santiago X. Doña Tevinda y su nieta Xadani, Mirna Romero, Sara Salazar, Angélica González, Piedad Hernández, María Rosa Muñoz, Yamir Castilla Castañeda, Manuel Martinez, Mirna Valdés, así como algunas amas de casa, niños, artistas, jóvenes, ambulantes, universitarios, maestros, empleados, en sí muchos transeúntes —de los cuales nos fue imposible guardar sus nombres— que ese último sábado de Septiembre acudieron convocados por los 100 Mil poetas por el cambio.
Aquí una muestra de algunos poemas y sus autores:
De Mirna Romero
Lo sé de Cierto… (No supongo)
Sé que hay perros
Que orinan en ciertas esquinas
Y que eligen al azahar
En una encrucijada el camino a Tomar
Sé que hay hombres lobo
Que en alguna Noche de Luna
Deciden no aullar
Sé que hay niños buenos
Que aunque bien se porten
Se van a la cama sin cenar
Sé que el mundo actual no es perfecto
Que hay corrupción en el gobierno
Y que algunos poetas
Que antes escribían descalzos
Y ahora se portan snob
Y cuando mueran se irán al infierno
Sé que la luna
En su bicicleta de cristal
Una vez me invitó a pasear
Sé que hay un silabario
Un futuro calendario
Una nueva página en el diario
Una nota que sobre mí
Nadie ha publicado en el blog
Sé que hay conspiraciones
Que hay ratas en los panteones
Que de papeles
Se han anegado mis cajones
Sé que lucho cada noche
Por seguir siendo yo
Por escribir libre y sin guía
Sin rendirle a nadie pleitesía
Sé que no hay recetas para escribir poesía
Y que no ha llegado mi hora
De inscribirme en el club de la banalidad
Sé que las noches frías son inherentes a la melancolía
Y que las estrellas se desangran enmudecidas
Y sé que pese a todo mi corazón sigue latiendo
Y mi alma ardiendo en un crisol…
De María Nogueira
¿No me cambia…?
Pensar que el mundo está mal,
que está hundido en mentiras de arcilla.
que se acerca rápido su final,
y que hay corrupción apestando en las esquinas.
Mirar la guerra y reclamar el cambio,
cambios radicales, no cambios ligeros,
cambiar las armas por los labios,
y los ‘te odio’ por ‘te quieros’.
Cambiar la justicia en garantía,
que si por defectos falla,
apoyar al que con fe porfía,
y convencer al que por miedo calla.
Cambiar mi lado izquierdo
por el derecho de volar al sur,
creer que con el tiempo
el mundo será más azul.
cambiar las monedas en la tienda
por un poco de paz y de pan,
cambiar la mente y las alas,
¿por qué? ¿Para qué cambiar?
cambiar el mundo, los ojos,
cambiar el ‘tu y yo’ por el ‘nosotros’.
Y al ‘nosotros’ sumar a los nuestros,
preguntar al tata ¿no me cambia
por mis versos su sabiduría?
que la vida se nos acaba,
pero nunca la poesía.
De Angélica González
Amor de patria
La patria es como el amor, tan inasible
Nace que nace por boca, boca que agarra los labios
Besa que besa los ojos, dedos, narices y manos
La patria es soñar despierto, garabateando las horas
la patria te lleva encima, te lleva dentro, tan sola
la patria es ésa que aún, no ha salido de los sueños
la patria es la que hace manos, y hace tripas el cerebro
la niña que vive en ojos, y rebota en el recuerdo
la niña es esta nación, que se ha volado de incendios
es sirena imaginada, que se asolea los lamentos
patria que se inventa sola, con cascabeles al cuello
es dama de trapo y fuego, de miel y espinas por dentro
la patria, patria de ojos, papel de luna por dentro
la patria de los Velarde, indescubierta por cierto
la ráfaga de la patria, patria no estás y te encuentro
ésa la del nombre verde, y el espíritu sangriento
el imperio cabalgando sobre los dientes de un perro
patria del papel de china, del papel de tu esqueleto
carta en la mano que dice:
No te he buscado y te encuentro.
De Manuel Martínez Morales
CATALEJO
Te hablé de Marx
y de su descubrimiento
asombroso:
se puede mover al mundo
de su lugar,
situarlo en otra galaxia
girando entre otros soles.
Por eso
brota de la oscuridad
el odio
de aquéllos
que desean
al mundo inmóvil.
Por eso
surge
el temor
ante la lucidez
del cerebro ágil
que concibe otros mundos.
También dijo Marx
que para mover
el mundo
hay que pisar
fuerte
sobre la tierra
Que ese otro mundo
habrá de alcanzarse
con el trabajo terrenal
corpóreo
de hombres y mujeres
empujando parejo.
El proletariado
es el portador
de esa posibilidad
-no hay de otra-
los que no tienen
otra cosa que perder
más que sus cadenas.
Para conseguirlo
exclamó Lenin,
mantener la cabeza fría
y el corazón ardiendo
estar atento
a la chispa
que incendiará
la pradera.
Te hablé de Marx
la dialéctica
y la imaginación,
también de la ciencia
la poesía
y de esta carne
abierta
que no encuentra
más reposo
que en tus brazos.
Tú invocaste a Marcos
y al señor Durito
de la Lacandonia
con su catalejo mágico
avistando ese otro
mundo
en que quepamos todos.
De Mirna Valdés Viveros
Hay palabras tan duras, que golpean la mente
OBRERO DE LA CONSTRUCCIÓN
A golpe de martillo forjaste tu existencia.
Con el sol caníbal a tu espalda
dejas pasar la adolescencia
atrapada tienes la amargura
y el hambre te sale por los poros
pero acorazado sostienes el espíritu
cuando te castiga duro la fatiga.
Con callosa mano
sujetas el fierro que te ofrece resistencia
y a cada impacto del hierro en la grava o asfalto
el sonido evoca la sequía de conciencia.
Obrero de la construcción
de corazón ortopédico
hijo pródigo de la madre de las mil batallas
en esta sociedad dictatorial en decadencia
no valen sacrificios
pues vamos navegando en un mar
de vicios y apariencias.
Obrero de la construcción
te asestaron a traición y por la espalda
un desgarrador golpazo
ese partido político gandul
mudo y necio que nunca escucha
y solo vive para su beneficio.
Oye bien obrerito de la construcción
no cierres tus ojos de espanto
abre tu boca para que salgan
las palomas prisioneras
que revoloteando están
y te dicen que no caiga en la indiferencia
el aislamiento y la explotación
que ya está llegando el día
en que a gritos piedras palos
exijamos acabar con todo esto
que oprime y nubla la curva de tu corazón.